En marzo de 1910 el Vicariato de Roma confía el cuidado pastoral del barrio
Salario al padre José León Gallardo que, el 5 de mayo compra, con dinero personal, el terreno donde el 9 de julio de ese mismo año coloca la piedra fundamental del nuevo templo dedicado a la Virgen Santísima, Nuestra Señora de los Dolores. 1910 era el año del primer centenario de la Revolución de Mayo.
En el 1913 es inaugurado el Oratorio donde comienzan a celebrarse provisionalmente los sagrados misterios.
El 18 de junio de 1915, a pedido del Episcopado Argentino, Benedicto XV concede que el templo sea Iglesia Nacional.
Solo el 9 de junio de 1924 se llega a inaugurar parcialmente el templo, pero en el 11 de noviembre de ese año muere prematuramente monseñor Gallardo. A causa de su deceso, acaecido en Génova, las obras se paralizan. Su heredero universal Angel Gallardo, hermano del sacerdote, decide en 1929 dar continuidad a la obra cediendo la propiedad a la Arquidiócesis de Buenos Aires, en calidad de representante del conjunto de los obispos argentinos. El 24 de junio de 1929 la administración y la atención pastoral viene asumida por la Orden de la Merced. Religiosos de esa Orden dan continuidad al proyecto y el 1 de noviembre de 1930 se dedica el templo con el rito de consagración de iglesias.